Nazarenes or members of the Ku Klux Klan? The surprising truth behind the Spanish hood that few know about

Nazarenes or members of the Ku Klux Klan? The surprising truth behind the Spanish hood that few know about

Cuando vi por primera vez una procesión de Semana Santa en España, me quedé helado. Personas vestidas con túnicas largas y capuchas puntiagudas caminaban lentamente, en silencio, por las calles. Lo primero que pensé, como muchos otros, fue: “¿Esto no se parece al Ku Klux Klan?”. Pero no tardé en darme cuenta de que había metido la pata.

La verdad es que nada que ver. Nada.

Por eso hoy quiero contarte, con palabras simples y sin rodeos, la verdadera historia del capirote español. Porque a veces, solo hace falta mirar un poco más allá para entender el porqué de las cosas.

 El capirote no es un símbolo de odio, sino de fe

En España, sobre todo en ciudades como Sevilla, Málaga o Granada, la Semana Santa es un momento muy especial. No se trata solo de religión, sino también de emoción, familia, tradición y hasta lágrimas.

Durante estas fechas, los nazarenos recorren las calles con trajes que incluyen una capucha cónica, llamada capirote, que cubre toda la cabeza. A primera vista puede dar un poco de miedo, sobre todo si no sabes de qué va la cosa. Pero en realidad, ese traje tiene un significado muy bonito: representa el arrepentimiento, la humildad y el silencio.

Sí, el silencio. Porque cuando uno lleva el capirote, no busca llamar la atención. Todo lo contrario. Es un acto íntimo, espiritual. Muchos lo hacen por una promesa, por devoción o simplemente por seguir una tradición familiar que viene de generaciones atrás.

 ¿Y por qué se parece al del Ku Klux Klan?

Esta es la pregunta del millón. Y tiene una respuesta clara: se parecen, pero no tienen relación alguna.

El capirote español se usaba desde hace siglos, mucho antes de que existiera el KKK. Los orígenes vienen de la Edad Media, cuando la Iglesia imponía ciertos castigos públicos. Con el tiempo, esa prenda pasó a formar parte de las procesiones como símbolo de fe.

En cambio, el Ku Klux Klan, ese grupo racista y violento de Estados Unidos, nació en el siglo XIX y adoptó una vestimenta similar, pero con un mensaje opuesto: odio, miedo, racismo.

Así que no, no es lo mismo. Ni remotamente.

 Una tradición que emociona

Quienes han vivido una Semana Santa en Andalucía lo entienden. El ambiente es único: el olor a incienso, los pasos al ritmo de tambores, la gente emocionada mirando a su Cristo o su Virgen. Es algo que toca el alma, incluso si no eres religioso.

Los nazarenos caminan durante horas, algunos descalzos, otros con lágrimas en los ojos. Lo hacen con respeto, con fe, y muchas veces sin que nadie sepa quiénes son. Porque no quieren mostrar su rostro. Quieren que su acto sea solo entre ellos… y Dios.

 ¿Qué debemos entender?

Pues que las apariencias pueden engañar. Que algo que a simple vista parece una cosa, puede tener una historia totalmente distinta. El capirote no es racismo, ni odio, ni violencia. Es tradición, es emoción, es devoción.

Y por eso es tanimportante  hablar de esto, contarlo con palabras sencillas, para que más personas puedan comprenderlo.

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